¿En qué pensariáis si os dijera que a continuación os hablaré de la bella y la bestia? No, tranquilos, no voy a hablaros de los protagonistas del clásico de Disney, aunque si quedaros con la imagen y lo que nos dice cada uno de ellos. Observad.
¿Quién es la bella aquí? ¿Y la bestia? Fácil, no? La chica, la bella; y el principe transformado, la bestia.
Y ahora mirad estas dos.
Y ahora mirad estas dos.
Y aquí, ¿quién es la bella? ¿y la bestia?
De buenas a primeras la respuesta puede parecer obvia: Kate Moss, la bella por su físico perfecto; y Stephen Hawking, la bestia también refiriéndonos a su físico. Pero la chica de la primera fotografía no solamente es bella por su imagen, sino por los buenos sentimientos que la mueven.
En cambio, de Kate Moss no podemos decir lo mismo. Es indudable que goza de un físico que se adecua a los cánones de belleza actuales (aunque a mi me parece más bien una percha donde le cuelgas prendas...pero eso es mi opinión...) pero que hay de su interior, ¿podemos decir también que es bello? Yo no me arriesgaría a decirlo después de todos los escándalos en los que se ha visto envuelta...Pero no sólo eso, sus capacidades interpretativas son dudosas y su intelectual brilla por su ausencia, o al menos esto es lo que nos ha mostrado hasta ahora.
Stephen Hawking sería considerado la bestia por la esclerosis lateral amiotrófica que ha transformado su físico en dirección contraria a lo que se considera belleza, olvidando, por supuesto, su increible potencial intelectual.
Así pues, y aunque desgraciadamente nuestra sociedad no funcione así, si miramos por un momento el interior de estas dos personas, podemos perfectamente cambiar los roles de bella y bestia sin duda alguna. Para mi, Moss seguirá siendo la bestia por muy admirable que sea su físico; y Hawking, será la bella, porque considero que lo que mueve el mundo debería ser algo mucho más profundo que un simple físico.
Pensadlo bien, los avances o las grandes obras no proceden de físicos perfectos, sino de mentes brillantes.
De buenas a primeras la respuesta puede parecer obvia: Kate Moss, la bella por su físico perfecto; y Stephen Hawking, la bestia también refiriéndonos a su físico. Pero la chica de la primera fotografía no solamente es bella por su imagen, sino por los buenos sentimientos que la mueven.
En cambio, de Kate Moss no podemos decir lo mismo. Es indudable que goza de un físico que se adecua a los cánones de belleza actuales (aunque a mi me parece más bien una percha donde le cuelgas prendas...pero eso es mi opinión...) pero que hay de su interior, ¿podemos decir también que es bello? Yo no me arriesgaría a decirlo después de todos los escándalos en los que se ha visto envuelta...Pero no sólo eso, sus capacidades interpretativas son dudosas y su intelectual brilla por su ausencia, o al menos esto es lo que nos ha mostrado hasta ahora.
Stephen Hawking sería considerado la bestia por la esclerosis lateral amiotrófica que ha transformado su físico en dirección contraria a lo que se considera belleza, olvidando, por supuesto, su increible potencial intelectual.
Así pues, y aunque desgraciadamente nuestra sociedad no funcione así, si miramos por un momento el interior de estas dos personas, podemos perfectamente cambiar los roles de bella y bestia sin duda alguna. Para mi, Moss seguirá siendo la bestia por muy admirable que sea su físico; y Hawking, será la bella, porque considero que lo que mueve el mundo debería ser algo mucho más profundo que un simple físico.
Pensadlo bien, los avances o las grandes obras no proceden de físicos perfectos, sino de mentes brillantes.