¡Derechos de autor, Si! ¡Abuso, No!

Imaginad que creáis algo, que sé yo…una novela, un cuadro… y en ello le habéis puesto todo vuestro empeño, tiempo y dinero, ¿consideráis que debéis tener derechos sobre ello para siempre? Yo a esto respondería que si, porque es algo que uno ha inventado, le ha puesto imaginación, creatividad…es el trabajo y esfuerzo de alguien y debe ser compensado al menos teniendo derechos sobre ello. Si luego resulta que lo que hemos creado puede ser un bien para la sociedad, es lógico que se comercialice porque el auto también obtendrá beneficios pero debería seguir teniendo derechos sobre su creación, al menos un mínimo.

Hasta aquí está todo más o menos claro, pero ¿recordáis que últimamente en los informativos aparece gente quejándose de que han sido demandados por la SGAE por utilizar música para ambientar su negocio y que por ello les piden una suma de dinero bastante importante? Esto ya me parece ir demasiado lejos.

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) es una entidad creada legalmente para gestionar los derechos de autor de sus socios (entre ellos, hay compositores, músicos, guionistas, etc.). Para ser socio se debe tener una obra explotada públicamente en cualquier medio. Esto parece correcto porque vela por los intereses de quienes están en este grupo, pero con los últimos incidentes esta entidad más que ayudar, parece que sólo quiera embolsarse dinero (cosa que no me sorprendería porque en esta sociedad quedan muy pocas personas que ayuden sin ánimo de lucro, detrás de todo hay un interés económico). Vela por los intereses de sus socios, pero a la vez perjudica a los autores que no pertenecen a ella, y esto no está bien si se supone (como dice esta entidad) que lucha contra la piratería y otros delitos que infringen los derechos de autor, debería planificar sus acciones pensando en todos los autores y no sólo en los que abarca.

En mi opinión, es un organismo más que se añade a la larga lista de ladrones que hay en este planeta porque sus últimas demandas como en conciertos benéficos, en bodas y bautizos y en pequeños negocios dejan mucho que desear…No creo que los autores necesiten la protección de una entidad así, porque más bien al contrario, los perjudica.